El cardo es una maleza resistente de la que puede resultar difícil deshacerse.
La planta crece en el lugar durante años, lo que provoca la indignación de los veraneantes, que desyerban el suelo una y otra vez.
Los jardineros experimentados han dejado de lado la azada durante mucho tiempo. Se deshacen de los cardos de forma diferente. Para ello, crean las condiciones bajo las cuales la maleza desaparece para siempre.
A la planta no le gusta la sombra. La maleza necesita luz solar. Sólo así podrá desarrollarse y capturar nuevos territorios.
Por tanto, basta con dar sombra a la bardana para que se seque. Puedes plantar un árbol o arreglártelas con la ayuda de los materiales disponibles: tela asfáltica, chapa de acero e incluso una caja de cartón.
O puedes preparar un herbicida casero, que consiste en vinagre (al menos un 20% de ácido acético) y sal. Entonces no es necesario dar sombra al cardo. La solución se aplica durante el día cuando la actividad solar es máxima.
La maleza será destruida en unos días. Al pulverizar, es importante que la solución no entre en contacto con las plantas cultivadas, de lo contrario sufrirán.