Con el tiempo, la lechada entre las baldosas comienza a desvanecerse y volverse amarilla.
Esto se vuelve muy notorio y las amas de casa buscan varias formas de blanquearlos.
Vierta el vinagre en una botella con atomizador y rocíe las líneas de lechada.
Dejar actuar el producto durante quince minutos y luego cepillar bien.
Lave cualquier resto de suciedad con agua.
Aplicar peróxido de hidrógeno en las costuras y dejar actuar un rato.
Luego frota las costuras con un cepillo y enjuaga con agua.
También puedes intentar blanquear las costuras con refresco.
Haz una pasta de bicarbonato de sodio y detergente y aplícala sobre la lechada. Para obtener mejores resultados, espolvorea todo con vinagre.
Después de veinte minutos, frota las costuras con un cepillo y lava los restos de suciedad con agua.