Se cree que en Oriente conocen el valor de las alfombras y, por tanto, saben cómo cuidarlas. Así limpian este producto en Turquía, sin limpieza en seco.
Este es el ejemplo más exitoso cuando es necesario suavizar el pelo y no dañar el color.
Los componentes se mezclan en una proporción de una cucharada por 1 litro de agua tibia.
Primero necesitas disolver el detergente en polvo. Por cierto, si la alfombra es blanca, entonces puedes utilizar un producto con efecto lejía. Luego se agrega amoníaco.
Solo queda hacer espuma con la solución, aplicar la espuma resultante al cepillo y limpiar la alfombra con movimientos circulares.
Después de esto, todo lo que tienes que hacer es esperar de 10 a 20 minutos y utilizar una esponja o un paño limpio y húmedo para eliminar los restos de agente limpiador y suciedad.
Si quedan manchas, puedes repetir el procedimiento.
Teniendo en cuenta las propiedades del amoníaco, al limpiar es necesario utilizar una mascarilla protectora y guantes de goma.