Las tareas aparentemente más simples son aquellas que muchos de nosotros no logramos realizar. Entre ellos se encuentra la limpieza de cristales.
Puede parecer fácil, pero de hecho, incluso el ama de casa más experimentada puede aprender algo nuevo con sencillos consejos para limpiar ventanas.
Llene un balde o una cacerola grande con agua limpia y fría y agregue unas gotas de jabón líquido para platos.
Use un paño de microfibra limpio o una esponja para pasar por la superficie de la ventana, comenzando desde arriba y bajando. Asegúrese de limpiar también el marco, tanto por dentro como por fuera.
Rocíe bien la ventana con una solución de vinagre y agua (2 cucharadas por 1 litro de agua) o cualquier otro limpiacristales.
Con una toalla limpia y sin pelusa o toallas de papel, limpie el vidrio para secar las ventanas y evitar rayas.
Si quedan suciedad o rayas, rocíe y seque nuevamente. Las ventanas sucias suelen requerir dos ciclos de aplicación y secado.
Tenga en cuenta: es mejor trabajar en un día fresco y nublado para evitar que el agua con jabón y la solución limpiadora de ventanas se sequen en las ventanas antes de tener la oportunidad de secarlas.