Incluso las toallas más suaves con el tiempo dejan de absorber la humedad normalmente y se vuelven duras y desagradables para la piel delicada.
Esto sucede en los casos en que tales cosas no fueron cuidadas adecuadamente.
El lavado inadecuado es la razón más común. No debe establecer la temperatura por encima de 60 grados, como señalan las amas de casa experimentadas, la temperatura óptima al lavar tales cosas es de 40 a 50 grados.
Es recomendable utilizar geles de lavado en lugar de polvos normales, ya que pueden quedar partículas de este último en los tejidos. Además, no debes tirar demasiadas cosas al tambor a la vez.
Un secado inadecuado también genera problemas. La mejor opción es colgar los productos en un lugar bien ventilado o a la sombra.
Es necesario remojar los productos en una mezcla de un par de litros de agua, 2 cucharadas de amoníaco y una cucharada de sal. Es recomendable dejar las toallas en esta solución durante 2 horas, luego enjuagar y secar.
El segundo método consiste en lavar en dos etapas, además de utilizar refresco y vinagre.
En la primera etapa, debe verter 1 vaso de vinagre de mesa en el compartimento del polvo. El lavado debe ser a 40 grados. Pero sin enjuagar ni centrifugar. Luego debes realizar un segundo lavado, pero esta vez con un tercer vaso de refresco. Es necesario enjuagar y centrifugar.