Los cubiertos de plata y cuproníquel se empañarán con el tiempo.
El lavado con productos de limpieza convencionales, aunque ayuda a eliminar la suciedad, no ayuda a que cucharas y tenedores recuperen su color y brillo anteriores.
Para que los productos vuelvan a brillar, es necesario hervirlos.
Además, es necesario utilizar un líquido determinado. Y no estamos hablando de una “química” peligrosa.
Curiosamente, las cáscaras de ajo vendrán al rescate.
Se debe preparar una decocción a base de la cáscara de la verdura picante. Para ello, basta con poner los restos de ajo en una cacerola, llenarla con agua y poner el plato al fuego.
Cuanto más sucios estén los cubiertos, más concentrada será necesaria la decocción de cáscara de ajo.
Es decir, si la placa de las cucharas y tenedores es grave, entonces tendrás que verter una gran cantidad de ajo sobrante con agua.
Tan pronto como el líquido comience a burbujear, puedes ponerle cubiertos deslustrados.
Después de unos minutos, lo más probable es que se elimine la redada. Aparecerá un brillo en las cucharas. Además, el color se volverá más bonito.