Antes de poder poner a prueba los consejos de la gente en la práctica, es necesario descubrir por qué se hace esto y qué tipo de efecto se puede esperar.
Muchos de estos trucos han migrado a las cocinas de las amas de casa modernas desde la época soviética. Un ejemplo es la sal del aceite de girasol. Este truco de vida alguna vez fue muy popular.
Averigüemos por qué las amas de casa soviéticas echaban sal en aceite vegetal.
En realidad es simple. La sal, como sabes, es un conservante natural, no tan nocivo como el vinagre.
En cuanto a la adición de sal al petróleo, esta técnica permitió conservar grandes reservas durante más tiempo.
No es que la mantequilla fuera un producto escaso, es que en aquella época se acostumbraba hacer grandes reservas de provisiones.
El aceite se almacenaba en botellas, tinajas, latas y otros recipientes. Teniendo en cuenta que por un almacenamiento inadecuado (por ejemplo, material inadecuado o contacto con el aire) el producto podía volverse algo amargo, había que inventar algo.
Resultó que si se añadiera sal al aceite, este riesgo podría minimizarse.
En cuanto a las amas de casa modernas, esto no es directamente necesario. El aceite se libera en un recipiente herméticamente cerrado y la cantidad utilizada en una botella abierta generalmente se agota antes de que expire su vida útil.