Durante mucho tiempo se ha estimado que una persona pasa la mayor parte de su vida durmiendo, lo que no es tan malo en comparación con el tiempo que pasa el ama de casa promedio en la cocina.
Además, la mayor parte de este tiempo se dedica a limpiar después de cocinar y no a cocinar en sí.
Aquí tienes los errores que conviene eliminar de una vez por todas a la hora de limpiar la cocina.
No se puede escatimar en esponjas para lavar platos. Este hábito es perjudicial para la salud. La cantidad de bacterias que viven en este artículo es similar a la que vive debajo del borde del inodoro. Puedes intentar desinfectarlo en el microondas, pero sale más barato cambiarlo.
Las amas de casa usan cloro para desinfectar las superficies. Todo estaría bien, pero no se puede mezclar con otros productos químicos domésticos. Esto es peligroso para la piel de las manos, los órganos respiratorios y las membranas mucosas.
Los frascos para especias, sal y otros productos alimenticios deben lavarse del mismo modo que el resto de utensilios de cocina. En sus superficies, y tal vez incluso en su interior, las bacterias patógenas se asientan y multiplican fácilmente.
En los armarios y estantes donde normalmente se guarda la vajilla, donde no llega la luz del sol, se crea un ambiente propicio para una vida cómoda y la reproducción de bacterias. Por eso, aquí se realiza la limpieza, aunque parezca que todo está en orden.