Para muchos, el microondas se ha convertido en un elemento indispensable en la cocina, en el que se pueden calentar rápidamente la mayoría de alimentos y platos.
Descongelará carne, calentará sopa, ayudará a cocinar las remolachas mucho más rápido y hay cientos de otras opciones cuando un horno microondas es beneficioso.
Existen muchos mitos asociados con las microondas que están asociados con daños a la salud humana. Muchos de los prejuicios no se han confirmado, pero el dispositivo no siempre es inofensivo.
Hay casos en los que es mejor negarse a utilizar la estufa. Por ejemplo, hay alimentos que es mejor conservarlos alejados del microondas.
Los expertos no recomiendan meter en el horno alimentos rebozados, incluidos los huevos con cáscara. La lista incluye especias picantes. Estos últimos emiten vapores que pueden quemar la mucosa.
Los pimientos picantes pueden explotar o incluso incendiarse. La verdura contiene una sustancia llamada capsaicina, que es responsable de su picante y picante. Bajo la influencia de la temperatura en el microondas, se puede formar una peculiar semejanza con el contenido de una lata de gas.
Los huevos con cáscara también pueden explotar cuando se calientan en el horno, por lo que es mejor cocinarlos utilizando métodos más conservadores.
Los productos lácteos fermentados, después de calentarlos en el microondas, pierden la mayor parte de sus componentes beneficiosos.
Las patatas tampoco deben calentarse en el horno microondas. El almidón, bajo la influencia de las microondas, sufre hidrólisis (una reacción química entre una sustancia y el agua). El valor nutricional del producto se reduce al mínimo, se forman isómeros pesados, compuestos que aumentan la carga sobre el páncreas.