El linóleo se cubre de manchas y manchas en un corto período de tiempo.
En la cocina, el suelo se vuelve pegajoso debido a la grasa; los zapatos no sólo traen suciedad, sino también gérmenes al pasillo.
Las amas de casa experimentadas saben que el agua por sí sola no es suficiente para lavar el piso. Como mínimo, agregue jabón líquido o champú barato al líquido.
Pero en este caso, no podrás evitar las manchas a menos que enjuagues los pisos una segunda vez con agua corriente.
Para no prolongar la limpieza durante todo el día y al mismo tiempo lavar eficazmente el revestimiento del suelo, las amas de casa utilizan dos productos.
El aceite de linaza y el vinagre pueden limpiar incluso el piso "grasoso" de la cocina hasta dejarlo brillante. Estos productos son ideales para linóleo. Se mezclan en proporciones iguales con agua y se lavan los pisos con el líquido resultante.
Se puede utilizar vinagre sin aceite de linaza. En este caso, tomar 200 ml de ácido por 4 litros de agua. Pero conviene recordar que el vinagre elimina la cera, por lo que hay que utilizarlo con cuidado para desinfectar suelos de madera.
El ácido tampoco es adecuado para la piedra natural. Además del linóleo, puedes utilizar vinagre para lavar suelos de cerámica y vinilo.