La espuma de afeitar tiene una serie de propiedades que sólo las amas de casa astutas conocen plenamente.
La mayoría de las veces se utiliza como agente de limpieza y su espectro de acción puede ser amplio: desde la limpieza del baño hasta la limpieza de textiles y joyas. Ahora, en orden.
Todo el mundo sabe que hay que cuidar los peines, pero a nadie le gusta hacerlo. Sin embargo, para limpiar el producto basta con aplicar espuma de afeitar y pasar bien los dientes con un cepillo de dientes viejo.
El espejo del baño y las lentes de las gafas no se empañarán con los cambios de temperatura si se frotan con la misma composición. La espuma se aplica sobre el vidrio y se frota con un trapo limpio y seco hasta que no queden marcas ni rayas.
Limpiar el grifo del baño o el cabezal de la ducha no es nada más sencillo. Aplicar el producto sobre un trapo y limpiar la batidora. Limpiamos con una servilleta limpia y seca y no es necesario lavar nada. De esta forma podrás eliminar los restos de placa y devolverle el brillo al grifo.
Coloque cadenas, anillos y otras joyas en un recipiente adecuado, llénelo con espuma de afeitar y déjelo por 5 minutos. Luego limpiamos las joyas con un cepillo suave y enjuagamos con agua corriente. Para secar, limpie las prendas con un paño suave y seco.
Las manchas en alfombras, muebles tapizados, colchones y textiles se pueden quitar con espuma de afeitar, aplicándola sobre la mancha y dejándola actuar 15 minutos. Luego hay que repasar con un cepillo suave, limpiar con un paño húmedo y, tras eliminar los restos de humedad, dejar secar el producto.