El ajo era un placer caro tanto para quienes lo compraban en una tienda o mercado como para quienes lo cultivaban en sus parcelas.
Por eso, a las amas de casa siempre se les ocurrían trucos que ayudaban a conservar la cosecha y darle un buen uso a cada diente.
El método soviético de almacenar ajo sigue siendo popular hoy en día. Es económico y eficaz al mismo tiempo.
1. Tome un balde de plástico pequeño y seque la arena. Se vierte una pequeña capa de arena en el fondo del recipiente, aproximadamente 1 cm.
2. Coloca el ajo sobre la arena. Coloca las cabezas de manera que no se toquen entre sí.
3. Luego se espolvorea el ajo con arena. Las cabezas deben quedar completamente cubiertas.
4. A continuación, coloque la siguiente capa de ajo, que también se espolvorea con arena. Entonces el cubo se llena hasta arriba.
5. El ajo debe almacenarse en un lugar fresco, por ejemplo, en un balcón o en un sótano.