El musgo acumula humedad y, de forma lenta pero segura, destruye los cimientos de una casa o una ampliación.
De nada sirve raspar la planta, porque... En un futuro próximo todo volverá a ser como antes de la limpieza.
El musgo crece sin problemas sobre piedras y ladrillos, llegando incluso a las grietas. Después de la eliminación mecánica, la alfombra verde aparecerá en un mes.
Los productos químicos domésticos se adaptarán a la planta mucho mejor que un raspador u otro equipo similar.
Para que funcione, necesitará lejía, que se usa durante el lavado.
Por 10 litros de agua, tome entre 1,5 y 2 litros de lejía. Mezcle bien y luego riegue las áreas problemáticas.
La solución empapará el musgo hasta las raíces. La planta sufrirá graves lesiones que frenarán su desarrollo. Después de unos días, el musgo se pondrá amarillo y se secará. Después de eso, solo queda tomar un raspador o una escoba y limpiar la suciedad.
La soda (2-3 cucharadas por 1 litro de agua) y el vinagre con agua (proporciones iguales) ayudan a combatir el musgo. El principio de aplicación es el mismo que en el caso de la lejía. El clima soleado ayudará si el área problemática está bajo rayos abrasadores.