Es difícil elegir una sartén buena y económica a cuya superficie no se pegue nada durante el proceso de freír o calentar los alimentos.
Existen varios trucos para posponer la compra de utensilios nuevos. El problema se puede solucionar utilizando métodos improvisados directamente en la cocina.
Si se trata de una sartén antiadherente, puede que no quede más remedio que tirarla. Quizás el recubrimiento de mala calidad haya cumplido su propósito, o quizás un cuidado inadecuado haya hecho su trabajo.
Pero las sartenes sin recubrir todavía se pueden recuperar.
Es necesario calentar una sartén limpia y seca, agregar 3-4 cucharadas y calentar hasta que la sal se oscurezca (se ponga amarilla). Después de esto, habrá que tirar la sal. Agrega un poco de aceite vegetal, extiende por toda la superficie, calienta hasta que aparezca una ligera neblina, apaga el fuego y deja enfriar la sartén.
Echar un poco de vinagre en la sartén, distribuir, calentar hasta que el líquido se evapore. Luego agrega aceite y ya está listo para cocinar.
Si estos métodos no ayudan, puedes continuar cocinando usando pergamino en la sartén. Por lo general, se corta una hoja de diámetro adecuado y se coloca en el fondo, y luego se cocina la comida.