En cuanto empieces a sentir que sale un olor repulsivo del sofá, debes empezar a limpiarlo.
Cualquier producto de limpieza de tapicerías puede ayudarte con esto y debe usarse según las instrucciones.
Para aquellos que están acostumbrados a hacer todo con sus propias manos, incluidas las alternativas a los productos químicos domésticos, la sal de mesa será útil para este propósito.
Basta esparcir los cristales blancos sobre la tapicería del sofá durante varias horas y luego retirarlos con una aspiradora.
Si tienes un animal en casa, probablemente estés familiarizado con los absorbentes de olores que se venden en las tiendas de mascotas. En este caso, debes actuar exactamente de la misma forma que con la sal.
El uso de una solución de ácido acético también muestra buenos resultados.
Además, las amas de casa suelen utilizar una solución a base de peróxido de hidrógeno. Para prepararlo, diluya 15 gotas del fármaco en un litro de agua.
Y el permanganato de potasio y el ácido cítrico pueden eliminar el olor a orina. Estas sustancias son agentes oxidantes bastante fuertes que tienen un efecto desodorizante.