No es ningún secreto que mantenerse de pie en condiciones de hielo es bastante difícil y cualquier caída conlleva lesiones graves.
Para no tener que hacer malabares sobre el hielo, agitando los brazos, muchos propietarios de casas particulares utilizan sal para rociar los caminos.
Además de que los granos blancos pueden convertir la pista de patinaje en papilla, tienen un efecto agresivo en los zapatos, por lo que quedan manchas blancas en los zapatos.
En su lugar, conserve un par de opciones más que le ayudarán a solucionar este problema.
La arena se considera un remedio eficaz y asequible que minimiza el riesgo de caer sobre el hielo.
Los pequeños granos de arena pueden hacer que incluso un camino bien transitado se vuelva áspero.
Este método es perfecto para propietarios de estufas o chimeneas.
Si todavía te preguntas dónde poner los restos de madera quemada, úsalos en superficies resbaladizas: así se asegurará un buen agarre.