Muchas amas de casa notan que con el tiempo, incluso las toallas más esponjosas se vuelven duras y no tan agradables.
Si hablamos de agua dura y no de polvo de la más alta calidad, esta situación puede surgir con frecuencia.
Sin embargo, hay formas de evitarlo.
Este método es bastante fácil de utilizar, por lo que quienes valoran su tiempo deberían prestarle atención. Después del lavado normal, debe verter cinco litros de agua en un recipiente y agregar unos 50 ml de vinagre común.
Las toallas no deben permanecer más de cinco minutos en la solución.
Luego escurrimos bien los textiles y los secamos. Para evitar cualquier olor desagradable, lo mejor es secar la toalla al aire libre.
Algunas amas de casa añaden este componente al detergente en polvo con antelación. Esto le permite mejorar su calidad. Pero puedes utilizar el componente después de lavarlo.
Para ello, vierta unos cinco litros de agua tibia y disuelva 100 gramos de sal en el líquido.
Luego coloque una toalla en la solución resultante durante un par de minutos, enjuague y coloque en un recipiente con agua limpia.
No todas las amas de casa saben que las toallas de felpa se pueden volver a suavizar con un sencillo truco. Para ello, vierte una cantidad suficiente de agua fría en el recipiente y deja las toallas durante varias horas.
Ya solo queda escurrir los textiles y secarlos.