No es ningún secreto que durante la estación fría, debido a la falta de secadora, la ropa lavada del balcón se traslada a radiadores calientes.
Al mismo tiempo, el deseo de ponerse rápidamente unos vaqueros secos o una chaqueta vence al sentido común.
El caso es que este método aparentemente seguro tiene consecuencias negativas para el hogar.
El caso es que el uso regular de baterías como lugar para secar la ropa provoca un aumento de la humedad en la habitación.
El resultado es la aparición de un olor desagradable.
El "aroma" de la humedad no sólo permanecerá en la habitación, sino que también impregnará los pantalones, vestidos y camisetas secos.
En casos particularmente avanzados, puede desarrollarse moho.
Al mismo tiempo, las consecuencias negativas surgen mucho más rápido si las cosas se doblan sobre el radiador en dos capas, porque de esta manera no solo se ahorra espacio libre, sino que también se aumenta el tiempo de secado.