En casi todos los hogares hay varias toallas viejas que con el tiempo han perdido su esponjosidad y suavidad.
No es necesario tirarlos; es posible restaurar la suavidad anterior de los textiles utilizando técnicas y reglas simples.
En muchos hogares, el agua del grifo es de mala calidad y las impurezas del agua endurecen los tejidos. Algunas amas de casa ignoran este punto y, como resultado, con el tiempo las cosas pierden su atractivo.
No todas las toallas se pueden lavar con detergente para ropa. Algunas telas deben lavarse solo con gel, ya que el polvo no se elimina de la tela con lavado y se deposita en las fibras de felpa.
Si usa polvo, no debe olvidarse del enjuague adicional y del lavado a una velocidad no superior a 800.
Deje las toallas que se hayan endurecido en agua fría durante 5 a 7 horas, luego enjuáguelas y cuélguelas para que se sequen. Este truco ayudará a eliminar los restos de polvo.
También puede remojar toallas viejas en una solución salina a razón de 3 cucharadas. l. por 5 litros de agua durante 30 minutos. Después de este procedimiento, las toallas se lavan de la forma habitual.