Muchas amas de casa han notado durante mucho tiempo un patrón decepcionante: cuanto más a menudo se lavan las cosas, peor se ven.
Es por eso que los estantes de las tiendas están llenos de productos químicos domésticos que prometen devolver el brillo a la ropa, eliminar los depósitos grises o suavizar la ropa.
Sin embargo, estos “remedios milagrosos” pueden suponer un agujero importante en el presupuesto familiar.
Para evitar gastos innecesarios, le sugerimos que recuerde las recetas populares que, a diferencia de los enjuagues bucales y acondicionadores anunciados, cuestan unos centavos.
Por lo tanto, si se enfrenta a la tarea de devolver la suavidad a toallas, albornoces, sábanas o prendas de lana, debe adquirir glicerina normal.
Se puede utilizar de dos maneras diferentes.
1. Si la prenda es voluminosa, después del ciclo de lavado principal, vierta 1 cucharadita de glicerina directamente en el tambor de la máquina y seleccione el modo de enjuague.
2. Después del lavado, las prendas pequeñas se pueden remojar en agua fría, a la que primero se le debe agregar glicerina a razón de 1 cucharadita por 1 litro. Deje la ropa en el lavabo durante 30 minutos, luego escúrrala suavemente y cuélguela para que se seque lejos de los radiadores.