Salpicaduras de jabón, manchas, huellas dactilares y otra suciedad se acumulan gradualmente en la superficie de cristal del espejo.
Sólo hace falta un minuto y un truco para que el cristal vuelva a brillar sin dejar rayas.
No necesita ninguna herramienta especial para esto. Es mejor reservar los productos químicos domésticos para casos más complejos.
Para un espejo existe una solución más sencilla que se puede encontrar en la cocina. Y no estamos hablando de la famosa espuma de afeitar o del truco soviético con el periódico.
La soda ayudará a limpiar el espejo hasta que brille. El líquido enriquecido con dióxido de carbono elimina fácilmente la contaminación, no deja rayas y no es necesario lavarlo.
Amas de casa experimentadas vierten refresco en una botella con atomizador, lo aplican sobre el espejo y limpian la superficie con un paño de microfibra. Después de estas sencillas manipulaciones, el cristal brilla como nuevo.
Para evitar que el espejo se empañe, las amas de casa utilizan un truco con patatas crudas. Frote la superficie con la verdura y luego púlala y séquela con una toalla de papel.