Un olor desagradable en la lavadora es un problema común.
Por tanto, merece la pena analizar las causas principales y las soluciones sencillas que todo el mundo puede repetir fácilmente.
La lavadora tiene un tubo de desagüe y un filtro grueso. Lo más interesante es que la mayoría de la gente ni siquiera abre el manual de instrucciones.
Es importante tener en cuenta un hecho clave: el filtro grueso debe limpiarse una vez al mes durante el lavado activo.
Si no se hace esto, el filtro dejará de dejar pasar el agua, por lo que comenzará a aparecer moho en el interior de la lavadora. Además, con el tiempo, la tubería de drenaje de agua puede obstruirse. Vale la pena comenzar la lucha contra los olores desagradables con estas cosas.
La mayoría de la gente lava la ropa a 40 grados. Este modo parece cómodo y el más rápido. Pero ¿qué pasa con el moho y los hongos que aparecen con el tiempo en cualquier lavadora? El moho se puede eliminar lavando una vez al mes a la temperatura más alta.
Durante el servicio de lavado puedes agregar al tambor:
No hay nada complicado en el servicio de lavado. Y si toma este hábito como base, entonces no debería haber problemas con un olor desagradable.
El moho y los hongos se forman con mayor frecuencia en las juntas de goma. La solución más sencilla es mezclar vinagre y agua en proporciones iguales, ponerse guantes de goma y limpiar bien todas las juntas. El método funciona, pero es difícil deshacerse por completo del moho, ya que puede aparecer en lugares de difícil acceso.
Si tras la limpieza queda restos de molde o el manguito está dañado, deberías plantearte sustituirlo por completo. Si el modelo de lavadora es antiguo, puedes reemplazar las juntas tú mismo, no tiene nada de complicado.
A veces, la causa de la aparición de moho es un detergente en polvo que no se ajusta a un determinado modelo o que el modo de lavado seleccionado no coincide. Vale la pena intentar cambiar el detergente y ver el resultado.
Mantener el tambor seco evitará que crezca moho en su interior. Hay un consejo sencillo: después del lavado, siempre debes mantener las puertas abiertas para que el equipo se seque más rápido. Además, no debes poner las cosas directamente en la lavadora; este hábito siempre provoca la aparición de un olor desagradable. Se deben utilizar contenedores especiales para almacenar artículos sucios.