La ropa cuidadosamente planchada y sin una sola arruga te caracteriza como una persona pulcra, ordenada y que cuida su apariencia.
Sin embargo, no siempre es posible poner las cosas en orden con una plancha; a veces el dispositivo se estropea en el momento más inoportuno.
Afortunadamente, puedes utilizar otros electrodomésticos, como un secador de pelo, para planchar camisas y vestidos.
Basta con colocar la ropa arrugada sobre una superficie plana y soplar aire caliente sobre ella, manteniendo el dispositivo a unos centímetros de la tela.
Dar la vuelta al producto y repetir la operación.
Por cierto, antes de alisar la camiseta, sería buena idea mojarla; esto hará que el proceso sea mucho más rápido.
Otro dispositivo que vendrá al rescate es una plancha para alisar el cabello.
Lo principal es elegir un nivel de calor medio y tratar de no presionar demasiado la tela. Este método es perfecto para suavizar el espacio entre los botones de una camisa.