Es simplemente imposible imaginar que el queso se pueda congelar. Sin embargo, esta es la única opción para guardar el producto al finalizar su fecha de vencimiento.
Te contamos qué hacen las amas de casa experimentadas, cuyo queso se conserva durante mucho tiempo y se mantiene fresco todo este tiempo.
La condición principal para almacenar productos lácteos fermentados es un intercambio de aire adecuado, sin el cual se pierde el aroma y el sabor del queso, y en su lugar aparece moho. Por ello, el producto se almacena en pergamino, cada variedad por separado, en recipientes especiales de “frescura”, no en las puertas, y teniendo en cuenta las características varietales.
Lo principal aquí es observar las condiciones de temperatura y humedad. Se conserva bien en pergamino o film transparente, y también puedes añadir un trozo de azúcar para evitar que se forme moho. Pero conviene recordar que los quesos duros se pueden conservar en el frigorífico no más de 10 días.
Requiere condiciones adecuadas. Si el embalaje de fábrica está roto, nuevamente volvemos al papel pergamino o tomamos papel de aluminio. Si sigues todas las reglas, el queso durará hasta seis meses.
Estas variedades tienen un alto contenido de humedad, lo que provoca un rápido deterioro del producto. Lo mejor es conservarlo en su embalaje original o en recipientes bien cerrados.
No encontrará mejor embalaje que el papel de aluminio. Es importante que el queso no se moje, lo que provocará la aparición de moho.
Estos son suluguni, queso feta, etc. Deben almacenarse únicamente junto con salmuera o suero.