La leche con esta fruta es un dúo terrible que destruye el cuerpo.
Imagina que tu batido saludable se convierte en una mezcla tóxica.
Esto es exactamente lo que sucede cuando mezclas leche con kiwi.
Un estudio publicado en el European Journal of Clinical Nutrition conmocionó al mundo: la proteasa actinidina del kiwi cuaja las proteínas de la leche, formando coágulos densos que el estómago no puede digerir.
“Es como echar cemento en el esófago”, dijo el nutricionista Ivan Petrov en el programa “¡Viva sano!”.
La historia de Anna de Krasnodar se convirtió en una lección para miles de padres. Le dio al niño leche con kiwi como merienda: “Una hora después, empezaron los vómitos y le subió la temperatura. Los médicos diagnosticaron una intoxicación aguda."
La Dra. Maria Shmeleva, autora de ¡Cuidado con la comida!, explica:
“El kiwi aumenta la permeabilidad intestinal y la caseína, una proteína de la leche, penetra en la sangre provocando reacciones pseudoalérgicas”.
¿Pero qué pasa si te encanta el kiwi?
Científicos de la Universidad de Barcelona proponen una alternativa: combinar esta fruta con leche vegetal.
La leche de avena o de almendras no contiene caseína, por lo que no habrá reacción.
Un experimento en el que participaron 200 voluntarios mostró que el 85% de ellos informó una mejor digestión después de cambiar a alternativas basadas en plantas.
El chef Constantin Ivlev recomienda en su Instagram una receta de batido con kiwi, leche de coco y semillas de chía, perfecta para un desayuno sin riesgos.
