Una vez finalizado el proceso de cocción, cualquier ama de casa espera ver el borscht en un color lujoso y brillante.
Pero a veces vemos sopa de naranja.
Sí, el sabor del plato puede ser bastante bueno, pero en el caso del borscht, el componente visual es sumamente importante.
Sin embargo, el plato resulta de color naranja por una razón, señala la cocinera Yulia Arkhipova, experta en el campo de la cocina de la publicación de la red BelNovosti.
Es importante recordar que no todas las variedades de remolacha pueden convertirse en un componente del borscht. Se debe prestar especial atención al tamaño.
Las remolachas grandes casi siempre pierden color: ésta es su peculiaridad. Pero los tubérculos en miniatura son ideales para hacer borscht.
Una vez que hayas elegido las remolachas adecuadas y las hayas picado, es hora de pensar en un fijador de color. Si no se incluye en la sopa, el tinte rojo desaparecerá.
El vinagre se utiliza con mayor frecuencia para este propósito. Una cucharada añadida al freír remolachas será suficiente.