La kombucha, por supuesto, se puede comprar en el supermercado, pero en la época soviética mucha gente cultivaba kombucha por su cuenta.
Como afirma la cocinera Yulia Arkhipova, experta de la publicación online BelNovosti, el proceso no es complicado y en los calurosos días de verano beber kombucha casera es mucho más agradable que la kombucha enlatada.
Mida 0,5 litros de agua y prepare 4 cucharadas de té. Tenga en cuenta: los tés con aromas o aditivos aromatizantes no son adecuados para este propósito, ya que pueden provocar que el hongo se enmohezca.
Agrega aquí 10 cucharadas de azúcar y espera. Hasta que la infusión se enfríe a un estado tibio.
Después de esto, puedes poner el hongo en un frasco preesterilizado y verter té en él, pasándolo por un colador para que no entren hojas de té ni azúcar sin disolver.
Agrega otros 1,5 litros de agua al frasco, cúbrelo con una gasa y asegura la tela con una banda elástica.
La fermentación dura de 4 a 10 días: depende de la temperatura y otras condiciones. Después de esto, la kombucha se embotella y se coloca en el frigorífico durante 1-2 horas.
El frasco se puede llenar con una nueva porción de té endulzado.