Al preparar tartas de queso, muchas personas se centran en la calidad del requesón y se olvidan del resto de puntos importantes.
Pero esto es un gran error.
Debe aprender a introducir correctamente otros componentes para poder servir tartas de queso de buena calidad.
Mucha gente cree que sin un huevo de gallina la pieza de trabajo simplemente no puede mantener su forma, por lo que es importante "fijarla" con este aditivo. Sin embargo, es importante comprender que el uso de un componente puede hacer que la pieza de trabajo se vuelva líquida.
Como resultado, comenzarás a introducir más sémola o harina de trigo, lo que hará que el plato quede “gomoso”. Por lo tanto, para una ración estándar de tarta de queso conviene tomar solo una yema.
No todo el mundo recuerda que el exceso de azúcar puede arruinar un plato: las tartas de queso simplemente se quemarán. Por cada cien gramos de requesón es necesario tomar sólo diez gramos de azúcar.
Si quieres que el plato sea más dulce, es mejor servirlo con mermelada.
Este es uno de los componentes más "peligrosos", ya que tiene un impacto directo en la consistencia del plato. El exceso de harina estropea inevitablemente las tartas de queso.
Por tanto, para una ración estándar de un plato (300 gramos) tomamos 30 gramos de harina.
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