Las verduras frescas deben considerarse no sólo como un ingrediente capaz de realzar el sabor de muchos platos, sino también como un complemento útil que aporta a nuestro organismo vitaminas y microelementos.
Pero para disfrutar al máximo de todos estos beneficios es necesario saber cómo conservar el eneldo, el perejil y otro tipo de hierbas.
En este artículo, aprenderá tres formas de mantener las hojas y los tallos verdes, frescos y deliciosos durante el mayor tiempo posible.
Las verduras se conservan especialmente bien si las pones en un recipiente de plástico y después de envolverlas en una toalla de papel.
La servilleta absorberá el exceso de humedad, lo que provoca procesos de descomposición.
En este caso, conviene picar las verduras y llenarlas con moldes diseñados para congelar hielo. Después de eso, llene las celdas y envíe el formulario al congelador.
Estos cubitos de hielo se pueden utilizar para preparar sopas y otros platos.
Las verduras se pueden almacenar no solo congeladas, sino también secas.
Para ello, trocea partes de las plantas, colócalas en un plato y cocínalas en el microondas durante 2 minutos. Las hierbas secas deben almacenarse en frascos herméticamente cerrados.
Anteriormente te contamos cómo cultivar eneldo en el alféizar de una ventana.