Cada ama de casa utiliza su propia forma de conservar los tomates, utilizando una variedad de ingredientes.
No pretendemos ser los únicos en crear la única receta correcta, pero estamos dispuestos a dar algunas recomendaciones valiosas.
Ofrecemos una receta que te permitirá conservar los tomates sin enlatar durante el invierno.
Coge un bolígrafo, una hoja de papel y anota.
Necesitarás un tarro de 3 litros, 1,5 kg de tomates y mostaza en polvo. Lavamos los tomates enteros y verdes con agua corriente y los colocamos al aire libre y los dejamos secar.
Esterilizamos los frascos, por ejemplo, al baño maría o al horno. Vierta mostaza en polvo en el fondo del frasco. Colocamos los tomates por el lado donde estaba el tallo.
Espolvorea cada capa con mostaza y enróllala con una tapa esterilizada y seca. Almacenar a una temperatura de +3-5 grados.
Anteriormente os hemos contado cómo conseguir una buena cosecha de tomates.