Mucha gente está convencida de que las albóndigas congeladas se deben echar en agua hirviendo y ni siquiera sospechan que esto empeora el sabor del plato.
Te contamos por qué no debes tirar las bolas de masa al agua hirviendo y cómo cocinarlas correctamente.
La regla principal es no tirarlo al agua hirviendo. Debido a los cambios de temperatura, las bolas de masa se pegan, se desbordan y pierden sabor.
La temperatura del agua debe ser de unos 50 grados y las albóndigas primero deben remojarse en agua fría durante unos minutos.
Durante la cocción es necesario añadir un poco de agua fría a la sartén para evitar cambios de temperatura.
También es importante remover constantemente las albóndigas para que no se peguen y se peguen al fondo de la sartén.