A veces, las amas de casa que planean alimentar a su familia con chuletas o albóndigas caseras notan con decepción que la carne picada mezclada con el plato resultó demasiado líquida.
No hay necesidad de enojarse: el problema se puede resolver fácilmente con la ayuda de los trucos de este artículo.
No importa qué tipo de chuletas vayas a hacer: con carne, pollo o incluso pescado picado, la sémola más común ayudará a que la masa de la chuleta sea más espesa.
Agrega una pequeña cantidad de sémola al resto de los ingredientes, mezcla bien la carne picada y refrigera durante 30 minutos.
Durante este tiempo, la sémola absorberá el exceso de líquido y se hinchará, y la carne picada se espesará y podrás usarla de manera segura para cocinar.
Si planeas cenar albóndigas, es mejor no agregar sémola a la carne picada. En su lugar, agregue patatas hervidas ralladas en un rallador fino al relleno.
Como resultado, obtendrás albóndigas limpias y, lo más importante, sabrosas.