Pastas, patatas, carnes, mariscos y snacks: la salsa de queso será un complemento armonioso para todos estos platos.
Se suele preparar con salsa bechamel, pero existen otras recetas mucho más sencillas y con ingredientes al alcance de todos.
La categoría de tales recetas también incluye salsa de queso preparada a base de caldo.
Para hacer esto, por supuesto, primero debes cocinar caldo de pollo. El queso (150 g) se debe rallar en un rallador con pequeños agujeros.
Coloque una pequeña cantidad de mantequilla (50 g) en una sartén caliente y agregue 50 g de harina de trigo. Revolviendo constantemente, espere hasta que la masa se vuelva homogénea.
Retira la sartén del fuego y luego vierte 200 ml de leche en el bol.
Regrese la futura salsa al fuego y vierta poco a poco el caldo (200 ml). Espere unos tres minutos; después de este tiempo, el contenido de la sartén comenzará a espesarse.
Esto significa que es hora de agregar el queso previamente rallado. Si crees que la salsa está demasiado espesa, diluye con leche.