Las verduras y frutas deben lavarse antes de consumirlas. Y no importa en qué forma estén: frescos o secos.
Una cosa es lavar manzanas secas o orejones, pero otra cosa es lavar las pasas. Ninguna de las amas de casa lava cada baya por separado. Por lo general, basta con enjuagar con agua varias veces.
Te contamos cómo lavar correctamente las pasas para que no quede suciedad ni polvo en ellas.
De hecho, el habitual enjuague de un puñado de frutos secos en varias aguas no es una solución al problema.
Solo puedes lavar una ligera capa de polvo, pero la suciedad principal permanecerá y entrará en el cuerpo.
Las amas de casa experimentadas actúan así.
Coloque las pasas en cualquier recipiente adecuado y llénelo con agua fría. Los frutos secos deben permanecer así durante 15 minutos. Periódicamente es necesario revolver la pieza de trabajo.
Debe drenar el agua y enjuagar bien los frutos secos con agua corriente.
Sólo después de esto tiene sentido verter agua hirviendo sobre pasas, orejones u otras frutas.
Por cierto, si durante el remojo inicial aparece una película aceitosa en la superficie del agua, no tiene nada de malo.
Se trata de restos de glicerina en la que se procesaban los frutos secos.