Las patatas fritas son un plato familiar para muchos, pero requieren una atención especial.
Secretos sencillos y trucos culinarios te ayudarán a freír tus patatas sin que se echen a perder y con un sabor delicioso.
Tubérculos del mismo tamaño para que los dados queden iguales, aceite de girasol, papel toalla, sartén y un poco de tiempo.
Corta las patatas en rodajas, cubos, tiras y sécalas con una toalla de papel para eliminar el exceso de humedad, de lo contrario no obtendrás una corteza crujiente.
Un ingrediente importante es el aceite de girasol. Elegimos un producto de un fabricante confiable, inodoro e insípido, de lo contrario las patatas quedarán insípidas.
Freír los gajos de patata a fuego alto durante los primeros 5-7 minutos. Conseguimos una delicada corteza dorada. Luego puedes voltear las barras para freírlas uniformemente por todos lados.
Seguimos friendo durante 15-20 minutos a fuego medio, evitando que se quemen, removiendo las patatas oportunamente, pero no le echamos sal, de lo contrario el producto absorberá mucho aceite y quedará suelto.
Agrega especias, hierbas y sal a las patatas de 3 a 5 minutos antes de que estén listas. Este ingenioso truco ayudará a mantener las patatas crujientes y les infundirá sabores deliciosos.
Si no tapa la sartén con una tapa, las patatas quedarán doradas, jugosas y crujientes, a diferencia de las que se cocinarán debajo de la tapa.