La cebolla es una verdura cuyo proceso de corte provoca muchas lágrimas. Pero las amas de casa inteligentes conocen desde hace tiempo algunos trucos para evitar este problema.
Veámoslos con más detalle para que el proceso de cocción no suponga dificultades.
Tus cuchillos deben estar bien afilados. La hoja afilada no dañará la pulpa de la cebolla, por lo que no liberará demasiado gas. Un cuchillo sin filo dificulta el corte de verduras y también aumenta el número de lágrimas.
Si la habitación está bien ventilada, el gas lacrimógeno no le entrará en los ojos. Cortar la cebolla bajo una capota con la abertura en alto. Pero debes asegurarte de que el aire sople hacia abajo, porque sólo en este caso las lágrimas no te molestarán. Una ventana abierta también sería útil.
Al cortar la verdura, deja la raíz a un lado. Es en la punta rugosa de la cebolla donde se concentra el máximo número de moléculas. Para evitar que suelte demasiado gas, deje intacta la raíz del producto.
Si no guarda la verdura en el refrigerador, debe trasladarla de un gabinete oscuro a un electrodoméstico dos horas antes de que planee cortarla. ¿Muy poco tiempo? Luego debes guardar las cebollas en el congelador durante quince minutos.
Las temperaturas negativas ralentizan las reacciones químicas, por lo que no se liberará azufre en grandes cantidades.
Las cebollas especialmente delicadas requieren protección para los ojos. Basta con armarse con gafas de sol normales para evitar que entren gases en la vista. Además, se ponen a la venta “vasos de cocina”, que son fieles asistentes de los cocineros.
Si tienes un procesador de alimentos con función para cortar en cubitos, asegúrate de usarlo. Los electrodomésticos harán que el proceso de cocción sea más rápido, ¡definitivamente no encontrarás lágrimas en tus ojos!