La levadura debe ser fresca, y esto se aplica principalmente a la levadura seca, que se almacena en bolsas abiertas con un clip.
A menudo es este descuido el que hace que la masa de levadura no suba, lo que significa que no se obtendrán productos horneados sabrosos.
Intentemos descubrir qué le pasa a la masa o la levadura y si los productos horneados se pueden conservar.
De hecho, la razón no es sólo que la levadura se almacenó abierta. Éstos son sólo algunos de ellos:
1. Utilice únicamente levadura fresca.
2. Seguir la receta y cantidad de ingredientes.
3. Observe las proporciones: tome 15 gramos de levadura por 1 kg de harina.
4. Diluir la levadura en leche tibia (agua), no caliente, o agregarla a la harina.
Y por último, teniendo en cuenta todas estas circunstancias, puedes tomar la única decisión correcta e intentar salvar los productos horneados.
Si todo se hace correctamente, solo queda colocar el recipiente con la masa en un lugar cálido (temperatura no inferior a 30-35 grados centígrados).