Para que las chuletas sean lo más apetitosas posible, debes seguir reglas simples pero importantes.
En primer lugar, es importante que las amas de casa recuerden que la carne debe ser fresca y de gran calidad.
Algunas amas de casa no introducen el pan porque creen que se introdujo en los comedores soviéticos sólo para ahorrar dinero. Pero esto es un error.
Los chefs profesionales creen que los productos horneados son el principal secreto para hacer las chuletas más esponjosas y sabrosas.
La carne en sí tiene un sabor muy brillante que no necesita grandes cantidades de especias. Sin embargo, puedes agregar una pequeña cantidad de pimienta negra molida.
Además, no te olvides de la sal: por medio kilo de carne picada no necesitarás tomar más de cinco gramos.
Las chuletas que son demasiado grandes son difíciles de cocinar: si bien aparece una hermosa corteza dorada, el centro puede permanecer crudo.
Lo ideal es que el peso de una chuleta sea de unos 120 gramos. Durante la fritura, el producto se volverá un poco más pequeño.