Las amas de casa consideran la manteca de cerdo un producto estratégico y nunca la tiran a la basura.
Los beneficios de la manteca de cerdo son obvios: contiene vitaminas A, D, E, caroteno, retinol, tocoferol, micro y macroelementos.
El producto amarillento se fundió previamente en grasa, se frió y se añadió a los platos calientes.
No es difícil hacer manteca de cerdo. El producto se corta en rodajas y se fríe en una sartén, como manteca de cerdo normal, hasta que la grasa se deshace, se enfría y se vierte en frascos.
La manteca de cerdo amarillenta se puede salvar cortando los bordes y ahumándola.
La manteca de cerdo recalentada se frota con ajo machacado. Se cortan un par de dientes de ajo en varias rodajas, se hace un pinchazo en la manteca y se colocan allí los trozos. La manteca de cerdo se guarda en el congelador.
La manteca de cerdo amarillenta se pasa por una picadora de carne, se coloca en un frasco y se guarda en el frigorífico. El producto se combina con ajo machacado y se añade a sopa de repollo o borscht.