Beber té a diario hace que la persona se acostumbre a su sabor.
Como resultado, la popular bebida deja de parecer aromática.
Por supuesto, las tiendas ofrecen tés con varios sabores. En primer lugar, con frutas y bayas.
Sin embargo, muchos gourmets no quieren comprar estos productos. En primer lugar, sus beneficios son cuestionables. En segundo lugar, los aromas suelen alterar el sabor del té.
Sin embargo, puedes mejorar el sabor de tu bebida habitual sin ningún aditivo artificial. Los ingredientes naturales vendrán al rescate.
Si un amante del té quiere diversificar el sabor de la bebida, conviene poner piel de naranja o limón en la caja con el producto.
La piel de los cítricos debe secarse antes de su uso.
Las hojas de té secas "absorberán" un aroma agradable y brillante si hay restos de frutas junto a ellas.
El té preparado tendrá un sabor interesante. La bebida quedará natural y muy saludable.
Por supuesto, el truco anterior sólo funcionará si la cáscara de naranja o limón entra en contacto con las hojas de té. No tiene sentido “mejorar” las bolsitas de té de esta manera.