En los estantes de las tiendas modernas puedes encontrar muchos aguacates de diferentes variedades.
A pesar de esto, existen reglas universales que le ayudarán a tomar la decisión correcta.
Primero, observe más de cerca la forma de la fruta: debe tener forma de pera y ser alargada.
También importa el largo, que no debe superar los 20 cm, así como el peso del aguacate. Una fruta grande y madura pesará unos 300 g, pero es mejor quedarse con frutas que pesen entre 100 y 200 g, ya que los aguacates medianos y pequeños pueden presumir de los mayores beneficios y del rico sabor.
También debes utilizar el color de la cáscara como guía. Como regla general, los frutos maduros son más oscuros, pero esta característica no se aplica a todas las variedades.
En la mayoría de los casos, la cáscara de una fruta madura es de un color verde intenso y la pulpa tiene un color verde suave, que se vuelve amarillo más cerca del corazón.
Finalmente, a la hora de elegir, haz una prueba presionando el aguacate con el dedo.
Si no notas una abolladura por la presión, la fruta necesita unos días más para madurar.
Si la abolladura resultante no quiere arreglarse, es mejor comer la fruta ahora mismo, ya que lo más probable es que ese aguacate se pudra a la mañana siguiente.