La mayoría de los gourmets pelan el kiwi antes de comerlo.
Y este, por extraño que parezca, no es del todo el enfoque correcto.
Resulta que el kiwi se puede (e incluso se debe) comer con piel.
El caso es que es en esta parte de la fruta (aunque es más correcto llamar baya al kiwi) donde contiene el máximo de componentes útiles.
La cáscara exterior de la fruta es fuente de grandes cantidades de vitaminas, ácido fólico y otros compuestos beneficiosos.
Además, la cáscara de la baya es una excelente fuente de potasio.
La pulpa de la fruta no es tan saludable como la “capa” exterior.
Así, comer kiwi con piel ayuda a fortalecer el sistema cardiovascular, mejorar el estado de la piel y fortalecer el sistema inmunológico.
Primero, la fruta debe lavarse bien con agua tibia.
Si el kiwi tiene demasiada pelusa, "cepille" la superficie de la baya con un cepillo para frutas.
Pero es mejor elegir inicialmente aquellas frutas cuya capa superior sea lisa.
Hay una recomendación más importante: no comer en exceso. Puedes comer 2-3 kiwis sin pelar al día. Y si planeas comer fruta con cáscara, limítate a una fruta.