El alcohol puede causar graves daños a la salud, llegando incluso a poner en peligro la vida.
Cuando una persona bebe alcohol a un ritmo tal que el cuerpo no tiene tiempo de procesarlo, se produce una intoxicación por alcohol.
Llame a su médico de inmediato si experimenta alguno de los siguientes síntomas: confusión, vómitos intensos, convulsiones, respiración lenta o irregular, piel pálida o azulada, baja temperatura corporal o pérdida del conocimiento.
Antes de que llegue la ambulancia, vela por la seguridad de la víctima: colócala en posición de recuperación, cúbrela con una manta y trata de mantenerla consciente.
Puedes ofrecerle beber agua y, si la persona está vomitando, ayudarla a que no se atragante con el vómito.
Al mismo tiempo, no se recomienda intentar inducir el vómito por su cuenta: de esta forma el alcohol no saldrá de la sangre, pero la persona envenenada se sentirá peor.
¿Qué más no se puede hacer en caso de intoxicación por alcohol?
En un sueño, una persona puede perder el conocimiento y, si comienza a vomitar, corre el riesgo de asfixiarse.
Beber café y otras bebidas que contienen cafeína puede provocar deshidratación. Además, provocan un aumento de la presión arterial.
Debido al frío, se produce vasoespasmo, aumentan la presión arterial y el pulso. A menudo, después de tales "procedimientos", a las víctimas se les diagnosticaba un ataque cardíaco.
Esta técnica se puede utilizar para prevenir la intoxicación por alcohol, pero una vez que ya se ha producido la intoxicación, no ayudará; como resultado, el malestar estomacal será aún mayor.