Algunos todavía no creen en la realidad de la meteosensibilidad, ya que nunca la han encontrado ellos mismos.
Pero esto no significa que este problema no exista.
Resulta que ciertos grupos de personas se ven más afectados por el clima que otros.
Si hablamos de enfermedades crónicas de diversos tipos, esas personas siempre están en riesgo. Los cambios climáticos son especialmente peligrosos para los pacientes con trastornos del sistema circulatorio.
A veces es muy difícil para las mujeres en una “posición interesante” sobrevivir a los cambios climáticos. Vale la pena entender que el embarazo es un proceso muy serio y complejo, por lo que es necesario controlar más cuidadosamente la salud de la mujer.
Algunos tipos de terapia hacen que una persona sea más sensible al clima. Un ejemplo sorprendente es la terapia hormonal.
Los niños pequeños pueden ser bastante sensibles a los cambios en las condiciones climáticas. Los jóvenes durante la pubertad también se vuelven muy vulnerables.