El agua tiene varias formas de salir del cuerpo: respiración, sudor y orina, pero en ocasiones el líquido puede decidir permanecer en los tejidos.
Debes estar alerta ante un aumento repentino de peso: un aumento de 1 kg por día o más de 2,2 kg por semana es señal de que hay retención de líquidos en el organismo.
El exceso de líquido se manifiesta mediante hinchazón, principalmente de las extremidades y la cara. Si presionas la piel de la zona hinchada y la mantienes presionada durante un par de segundos, quedará una hendidura que durará algún tiempo.
Además, la retención de líquidos está indicada por ascitis, es decir, agrandamiento del abdomen y dificultad para respirar.
1. En primer lugar, intenta reducir la cantidad de sal que consumes. No se alarme si su comida tiene un sabor insípido debido a la falta de sal: sus papilas gustativas sólo necesitan entre 10 y 14 días para acostumbrarse a los cambios.
2. Aumente el nivel de actividad física; como resultado, el drenaje linfático mejorará y dejará de acumularse líquido en el cuerpo.
3. Si tienes las piernas, tobillos y pies hinchados, pasa 30 minutos acostado con las piernas elevadas 3-4 veces al día.
4. Consulte a su médico acerca de la compra de prendas de compresión; esta medida ayudará a prevenir la hinchazón de las extremidades.
5. Intente eliminar el exceso de líquido realizando ligeros movimientos de masaje hacia el corazón. Si se ve hinchazón, hay que actuar con mucho cuidado. Porque existe la posibilidad de dañar la piel.