La playa es una auténtica salvación si el verano resulta especialmente caluroso.
Pero a veces los turistas no sólo pueden esperar agua fresca, arena suave y un bronceado uniforme, sino también muchas infecciones que se presentan tanto en el agua como en la orilla.
Al elegir un lugar para nadar, manténgase alejado de los patos para no contraer la llamada "picazón del nadador" (cercariasis), que los patos son portadores.
La buena noticia es que estos parásitos no se transmiten a los humanos. Lo malo es que no desaparecen sin dejar rastro, dejando un pequeño sarpullido rojo que pica en la piel.
Además, los animales transmiten la lentospirosis a los humanos, es decir, una infección bacteriana que provoca ictericia. Si se infecta, debe consultar inmediatamente a un médico; de lo contrario, la enfermedad puede dañar gravemente su salud.
El título de infección más popular pertenece al rotavirus, que se caracteriza por fiebre alta, diarrea y vómitos. Es curioso que la enfermedad no se manifiesta de inmediato: el período de incubación para un adulto puede durar de 15 horas a una semana.
Por último, le recordamos que está prohibido tragar agua mientras nada; de lo contrario, corre el riesgo de contraer giardiasis.
Los síntomas característicos como dolor abdominal, heces blandas y náuseas le ayudarán a “reconocer” la enfermedad.