La depilación es la forma más económica y rápida de eliminar el vello corporal.
No importa qué método elijas: depilación con cera, azúcar, cremas depilatorias o afeitado: todos ellos afectan negativamente a la piel y causan daños, inflamación, sequedad y otros problemas.
Por eso, si quieres disfrutar de una piel suave durante mucho tiempo, cuida adecuadamente las zonas depiladas.
Durante el día después del procedimiento, no debes descuidar estas simples reglas, porque en este momento la piel lesionada se vuelve muy sensible.
Después de la depilación, no conviene tomar baños calientes ni visitar saunas. Tampoco se recomienda nadar en la piscina, ya que el cloro puede provocar irritación. Es mejor posponer el baño en embalses abiertos hasta el día siguiente, ya que el agua no está lo suficientemente limpia.
Debido al sudor liberado, aumenta el riesgo de infección de los poros, lo que posteriormente provoca inflamación. Si suda, tome una ducha fría (no un baño).
No utilices ropa interior sintética ni ropa ajustada, ya que pueden irritar la piel sensible y ralentizar la recuperación de la epidermis por falta de oxígeno. Después de la depilación, use ropa interior de algodón y ropa holgada y transpirable.
Evite aplicar desodorante en las zonas depiladas, especialmente inmediatamente después del procedimiento, ya que esto puede provocar irritación, picazón y sequedad de la piel.
No expongas tu piel a la luz solar directa, ya que tomar el sol puede provocar inflamación e incluso quemaduras en la piel después de la depilación.
Anteriormente, compartimos reglas para combatir la hinchazón en la temporada de calor.