Nuestro hígado pesa unos 3 kg en los adultos y destaca como uno de los órganos vitales de nuestro cuerpo.
Es responsable de muchas funciones importantes relacionadas con la digestión, el metabolismo, nuestro sistema inmunológico y el almacenamiento de los nutrientes que el cuerpo necesita para sobrevivir.
Además, el hígado es una glándula que secreta sustancias químicas que otras partes de nuestro cuerpo necesitan. De hecho, el hígado es la única parte de nuestro cuerpo que se considera órgano y glándula.
Un hígado sano ayuda a regular la composición de nuestra sangre, elimina toxinas nocivas en la sangre y transforma los nutrientes.
También se encarga de almacenar vitaminas, hierro y azúcar natural.
El hígado también es responsable de equilibrar la hemoglobina, la insulina y otras hormonas.
También es responsable de descomponer los glóbulos rojos viejos y producir sustancias químicas necesarias para una coagulación sanguínea adecuada.
Entonces, dado que el hígado realiza muchas funciones vitales, es importante que este órgano se mantenga sano.
Debemos ser conscientes de que una alimentación poco saludable y un estilo de vida deficiente o sedentario pueden sobrecargar nuestro hígado, provocando que no pueda procesar toxinas y grasas de forma eficaz.
Esto, a su vez, puede aumentar el riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares, fatiga crónica, dolores de cabeza persistentes, problemas digestivos, alergias múltiples y muchos otros problemas que afectan nuestra salud.
Afortunadamente disponemos de muchos productos que limpian el hígado, lo rejuvenecen y lo desintoxican. Esto ayudará a mantener un hígado sano y asegurará su funcionamiento normal y óptimo.
Ajo
El ajo es un alimento ideal para depurar el hígado. El ajo nos ayuda a activar enzimas en el hígado que ayudan a eliminar toxinas dañinas para el organismo.
También contiene dos compuestos naturales, alicina y selenio, que nos ayudan a limpiar el hígado y proteger este órgano de daños.
Además, el ajo reduce los peligrosos niveles de colesterol y triglicéridos, que eventualmente pueden sobrecargar el hígado e impedir que funcione correctamente.
Para promover la salud de nuestro hígado, debemos utilizar el ajo crudo en lugar de procesarlo. Consume 2-3 dientes de ajo crudo al día o simplemente inclúyelo en tus comidas.
Té verde
Beber té verde todos los días puede ayudarnos a eliminar toxinas y depósitos de grasa a la vez que aumenta los niveles de hidratación del organismo.
El té verde también es útil como complemento para tratar o prevenir enfermedades hepáticas. Varios estudios han demostrado que las personas que beben té verde tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer de hígado.
Bebe 2-3 tazas de té verde todos los días y, si quieres, puedes endulzar tu té verde con miel.
Es importante evitar beber té verde en exceso ya que puede tener efectos nocivos en el hígado y otras partes del cuerpo.
Palta
El aguacate contiene potentes sustancias químicas que pueden reducir el daño hepático.
Esta fruta es rica en glutatión, que el hígado necesita para limpiar toxinas dañinas y es vital para su correcto funcionamiento.
La gran cantidad de grasa monoinsaturada que se encuentra en los aguacates ayuda a reducir las lipoproteínas de baja densidad, también conocidas como colesterol malo, y a aumentar las lipoproteínas de alta densidad, o colesterol bueno.
Por otro lado, el aguacate contiene muchos minerales, vitaminas y nutrientes que mantienen sano el hígado y descomponen las grasas.
Comer uno o dos aguacates a la semana durante varios meses es suficiente para revertir el daño hepático.
manzanas
Una manzana al día es uno de los principales secretos para un hígado sano.
Las manzanas son una buena fuente de pectina, que es una fibra soluble que nos ayuda a eliminar las toxinas presentes en el tracto digestivo y el colesterol de nuestra sangre.
Todos los tipos de manzanas son buenas para el hígado, pero para una limpieza hepática más rápida, debes elegir manzanas orgánicas.
Anteriormente te contamos cómo comer plátanos para que realmente beneficien al organismo.