De todas las bebidas alcohólicas, los expertos miran al vino con cierta indulgencia. Incluso hay dietas que incluyen vino.
Al mismo tiempo, hay categorías de personas para quienes el vino no promete más que problemas de salud.
Incluso una copa de vino tinto puede causar problemas, advierten los expertos.
Con este diagnóstico, el consumo de vino debe tratarse con precaución, ya que la mayoría de los vinos afectan los niveles de azúcar en sangre.
Un peligro para los diabéticos es el consumo de vino con el estómago vacío, lo que provoca primero un fuerte aumento de los niveles de azúcar en sangre y luego una fuerte caída.
Como resultado, el paciente puede caer en coma.
Estos medicamentos ralentizan la actividad cerebral, al igual que cualquier alcohol.
Juntos pueden provocar el desarrollo de las consecuencias más desagradables y graves: disfunción del sistema nervioso central, coma y paro respiratorio.
Un ataque puede ser causado por 1 o 2 vasos de vino, y todo porque las personas con este diagnóstico son sensibles a los sulfitos que contiene el vino.
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