Si quieres tener una piel bonita, sana y con una sensación aterciopelada, asegúrate de incluir en tu cuidado un producto como un exfoliante.
El exfoliante cumple funciones importantes: limpia profundamente la piel de suciedad, sudor y grasa, elimina las partículas muertas de la piel, mejora el tono de la piel, unifica su tono y permite que los componentes de cremas y mascarillas penetren mejor en las capas profundas de la dermis.
Los exfoliantes de alta calidad no solo limpian, sino que también nutren e hidratan la piel.
El procedimiento de exfoliación corporal traerá los máximos beneficios si cumple con una serie de reglas durante el mismo; no tenga miedo, no son nada complicadas.
1. Primero limpie la piel y solo luego aplique el exfoliante. Es incluso mejor pre-vaporizar tu cara o cuerpo.
2. Al aplicar el exfoliante, realice ligeros movimientos de masaje. No frote el producto ni presione demasiado fuerte sobre la piel.
3. Evite utilizar este tratamiento en áreas de la piel que estén irritadas o dañadas.
4. Al finalizar el procedimiento de lavado, enjuague la composición con agua tibia y luego aplique la crema; puede ser humectante y nutritiva.
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